En la primera enseñanza, el nutritor o tropheus era el responsable de enseñara al niño a leer y de su educación hasta la pubertad. Debía dirigirse a su padre llamándole domine (señor).
La schola ("escuela") estaba regida por el calendario religioso; las clases se daban por las mañanas y era mixta hasta los doce años. Un grammaticus era el responsable de enseñar a los niños los autores clásicos y la mitología; mientras que a las niñas, consideradas adultas a los catorce años (domina en latín, kyria en griego), podían tener un preceptor que le enseñara los clásicos.
La siguente etapa de la educación tenía lugar en el gymnasium o palaestra. En Oriente, las principales materias eran la lengua griega, las obras de Homero, retórica, filosofía, música y deporte. En cambio, en Occidente, se enseñaba además latín, en detrimento de la música y el deporte. A los dieciséis o diecisiete años, había una bifurcación en el camino de los jóvenes, que tenían que decidirse por el ejército o los estudios.
El ludus litterarius
El ludus litterarius componía un sistema educativo con tres niveles de enseñanza:
- Las escuelas a cargo de un ludi magister ("maestro"), que impartían la educación elemental (Ludus Principalis).
- Las escuelas a cargo de un ludi grammaticus ("gramático"), que correspondían a lo denominado actualmente enseñanza secundaria (Ludus Grammaticus).
- Las escuelas a cargo de un ludi rhetor ("retórico"), establecimientos de educación superior que iniciaban con la retórica y, seguían con la enseñanza del derecho y de la filosofía, una especie de universidad (Ludus Rhetoricae).
De pequeños podían tener un maestro en casa (magister), que generalmente era un esclavo o liberto griego o bien ir a una escuela llevados por un esclavo (pædagogus) que después también les repasaba las lecciones en casa.
En la primera etapa educativa, el niño aprendía con un maestro (magister ludi, litterator y calculator) a leer, escribir y hacer cuentas. La disciplina era severa, pero los niños jugaban con letras de madera o marfil y con ellas aprendían a leer y a escribir. Por eso a esta escuela le llaman «juego» (ludus) y el maestro era magister ludi. La escuela se situaba en un pequeño cuarto (taberna, pergula), en una cabaña o en el jardín (según el tiempo y las posibilidades). El maestro tenía una silla (cathedra) o un taburete (sella). Los niños se sentaban en escaños (subsellia).
Los instrumentos de trabajo eran unas tablas enceradas (tabulæ, ceræ) en las que rascaban con punzones (stilus) que por un lado eran puntiagudos y por otro acababan en una espátula con la que se alisaba la cera y así quedaba lista para volver a escribir en ella (stilum vertere).
La segunda etapa podía ser privada o pública. El profesor era el grammaticus que enseñaba a entender y comentar los textos literarios. Comentando los textos clásicos, los niños aprendían de todo: geografía, historia, física, religión, etc. Con el tiempo, la grammatica empezaría a ser también estudio sobre la lengua que hablaban y esta innovación acabaría eliminando el primitivo concepto de grammatica.
La tercer etapa preparaba en la elocuencia al futuro político romano. El profesor era el rhetor (maestro de oratoria). Quintiliano, por ejemplo, escribió muchas notas pedagógicas de cómo formar al orador. Entre los ejercicios frecuentes estaba la realización de juicios ficticios en los que unos alumnos acusaban y otros defendían.
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