En
Grecia, un par de siglos después de que el poeta Homero recopilara en La Ilíada
y La Odisea las leyendas y mitos del pueblo griego, se estaba produciendo el
desplazamiento del pensamiento mágico por la razón. Y al calor de la lógica,
nacieron muchas escuelas de pensamiento de las que bebe hoy nuestro saber
actual.
Retrato de Téano |
Esta escuela disfrutaba
de los favores de un rico mecenas, Milón, hombre culto que apreciaba el valor
de las ciencias y las artes; tanto que quiso que su hija Téano (Crotona, 546
a.C.), una de las figuras más relevantes del pitagorismo, se instruyera y
aprendiera la ciencia matemática por lo que la envió como discípula de
Pitágoras en cuanto tuvo la edad adecuada. Y aunque Téano pertenecía a una
comunidad muy conservadora donde se aceptaba a las mujeres como miembros con
los mismos derechos y deberes que los hombres, la sociedad no aceptó a las
mujeres sabias y estableció mecanismos de sanción social. La mujer estaba
marginada de las actividades científicas, pero en la Escuela Pitagórica de
Crotona no cabían discriminaciones y prejuicios y se propiciaron los primeros
brotes del pensamiento femenino.
Téano, que
aparece desde la antigüedad como una personalidad reconocida por su erudición y
sabiduría, demostró grandes facultades en el estudio de las disciplinas, y su
tesón y dedicación hicieron de ella una
verdadera maestra. Mujer de gran carácter, se acabó casando con su
maestro Pitágoras, a pesar de la diferencia de edad, y tuvieron cinco hijos,
tres de los cuales fueron niñas que posteriormente trabajarían con ella
difundiendo el saber pitagórico.
Creía, y así lo
defendía, que el Número regía el Universo; que en el Número residía el orden
esencial; que los objetos materiales estaban compuestos por números naturales y
todo se podía expresar con una medida exacta.
Todo esto junto con la búsqueda de la perfección y de la armonía en las
formas y proporciones, la llevó a trabajar en el Número Áureo. Pero su saber se
manifiesta en otras ramas del conocimiento. Se dedicó al estudio de la
cosmología y se le atribuyen tratados de física y medicina, por lo es
considerada también precursora de la investigación científica. Téano demostró
igualmente interés por los aspectos morales y espirituales; escribió un tratado
sobre la castidad cuyo contenido muestra las virtudes pitagóricas de prudencia,
justicia, fortaleza y templanza, e incluso, un tratado sobre psicología
infantil. Sin embargo es difícil precisar cuáles fueron realmente sus
aportaciones ya que la escuela Pitagórica prohibía a sus miembros hablar en
público sobre sus trabajos y éstos eran considerados propiedad de la comunidad.
Pero la Escuela
Pitagórica llegó a concentrar tanto poder sobre el Gobierno de Crotona, que la
población se reveló y asesinó a todos sus miembros; a todos excepto a Téano,
que tomó las riendas de la escuela en el exilio y continuó dirigiéndola con ayuda
de sus tres hijas, Damo, Myila y Arignote.
Referencias:
Boggiano, Aymará. "Invenciones de la Inventiva". No 2797. TEANO. enlace: uh.edu
Salmerón, María A. "Teano y la ciencia Pitagórica" La Ciencia y el Hombre XXIII 2 (2010) enlace: uv.mx
Sainz Herrero, Mónica. TEANO (S.VI a. C.) enlace: platea.pntic.mec.es
Artículo escrito por África Civantos
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