jueves, 2 de octubre de 2014

Téano, la primera mujer matemática


En Grecia, un par de siglos después de que el poeta Homero recopilara en La Ilíada y La Odisea las leyendas y mitos del pueblo griego, se estaba produciendo el desplazamiento del pensamiento mágico por la razón. Y al calor de la lógica, nacieron muchas escuelas de pensamiento de las que bebe hoy nuestro saber actual.

Retrato de Téano
Una de las escuelas más destacadas de la Antigua Grecia fue la fundada por Pitágoras de Samos, en Crotona, que sostenía que la esencia de todas las cosas eran los números.

Esta escuela disfrutaba de los favores de un rico mecenas, Milón, hombre culto que apreciaba el valor de las ciencias y las artes; tanto que quiso que su hija Téano (Crotona, 546 a.C.), una de las figuras más relevantes del pitagorismo, se instruyera y aprendiera la ciencia matemática por lo que la envió como discípula de Pitágoras en cuanto tuvo la edad adecuada. Y aunque Téano pertenecía a una comunidad muy conservadora donde se aceptaba a las mujeres como miembros con los mismos derechos y deberes que los hombres, la sociedad no aceptó a las mujeres sabias y estableció mecanismos de sanción social. La mujer estaba marginada de las actividades científicas, pero en la Escuela Pitagórica de Crotona no cabían discriminaciones y prejuicios y se propiciaron los primeros brotes del pensamiento femenino.

Téano, que aparece desde la antigüedad como una personalidad reconocida por su erudición y sabiduría, demostró grandes facultades en el estudio de las disciplinas, y su tesón y dedicación hicieron de ella una  verdadera maestra. Mujer de gran carácter, se acabó casando con su maestro Pitágoras, a pesar de la diferencia de edad, y tuvieron cinco hijos, tres de los cuales fueron niñas que posteriormente trabajarían con ella difundiendo el saber pitagórico.

Creía, y así lo defendía, que el Número regía el Universo; que en el Número residía el orden esencial; que los objetos materiales estaban compuestos por números naturales y todo se podía expresar con una medida exacta.  Todo esto junto con la búsqueda de la perfección y de la armonía en las formas y proporciones, la llevó a trabajar en el Número Áureo. Pero su saber se manifiesta en otras ramas del conocimiento. Se dedicó al estudio de la cosmología y se le atribuyen tratados de física y medicina, por lo es considerada también precursora de la investigación científica. Téano demostró igualmente interés por los aspectos morales y espirituales; escribió un tratado sobre la castidad cuyo contenido muestra las virtudes pitagóricas de prudencia, justicia, fortaleza y templanza, e incluso, un tratado sobre psicología infantil. Sin embargo es difícil precisar cuáles fueron realmente sus aportaciones ya que la escuela Pitagórica prohibía a sus miembros hablar en público sobre sus trabajos y éstos eran considerados propiedad de la comunidad.


Pero la Escuela Pitagórica llegó a concentrar tanto poder sobre el Gobierno de Crotona, que la población se reveló y asesinó a todos sus miembros; a todos excepto a Téano, que tomó las riendas de la escuela en el exilio y continuó dirigiéndola con ayuda de sus tres hijas, Damo, Myila y Arignote.

Referencias:
Boggiano, Aymará. "Invenciones de la Inventiva". No 2797. TEANO. enlace: uh.edu
Salmerón, María A. "Teano y la ciencia Pitagórica" La Ciencia y el Hombre XXIII 2 (2010) enlace: uv.mx
Sainz Herrero, Mónica. TEANO (S.VI a. C.)  enlace: platea.pntic.mec.es



Artículo escrito por África Civantos











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